Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com
Nelson Vera Zusunaga, un ibaguereño pensionado de la Policía, cometió el peor error de la vida: confiar en una persona recién conocida.
Un supuesto comerciante del Espinal le prometió un trabajo muy bien pago, pero lo engañó, lo metió en deudas, se le llevó dos carros y usó todo el cupo de tres tarjetas de crédito.
Para poder ´respirar’, a don Nelson le tocó hipotecar su vivienda por 40 millones de pesos y si no consigue todo ese dinero para pagar, el próximo mes lo embargarán.
En diálogo con Q’HUBO, don Nelson, un hombre enfermó que desde hace más de cinco años padece párkinson, contó como en 2019 cayó en garras de Humberto Díaz Galvis, un presunto estafador que tendría un montón de denuncias en la Fiscalía.
Historia
En ese momento, el expolicía llevaba una vida tranquila; estaba dedicado a compartir en familia y había comprado un Spark G.T. En el vehículo transportaba a sus hijos al colegio y si resultaba, también a otros estudiantes.
Un día, un amigo que conoce de toda la vida, le dijo que había un empresario que estaba buscando a una persona para que lo transportara en Ibagué y se convirtiera en su mano derecha. Fue así que el destino lo puso al frente de un hombre “acuerpado, bonachón y manipulador”, que en muy poco tiempo lo ‘enredó’ y lo ‘dejó sentado’.
“Caí en las manos de un enredador. Lo primero que hizo fue contratarme como chofer. Yo lo recogía cuando llegaba a la ciudad y él me pagaba muy bien. A simple vista, era una persona amable. Íbamos a buenos restaurantes, cuando llegaba a los bancos entraba directo a gerencia y en el momento menos esperado me metía 100 mil o 200 mil pesos en el bolsillo de la camisa”, dijo Nelson.
Luego de unos días, el supuesto comerciante le propuso que le alquilara el automóvil Spark. Le prometió que le pagaría cuatro millones de pesos mensuales, pero solo le pagó un mes con dinero en efectivo. El resto fue con cheques sin fondos.
Se llevó dos carros
“Cuando me pagó los primeros cuatro millones de pesos, yo estaba feliz, me tenía endulzado, me propuso que compraramos un carro nuevo a mi nombre. Yo le dije que no tenía capacidad de endeudamiento, pero él arregló todo con el banco y en cuestión de días me entregaron un Volkswagen 2020”, indicó.
Don Nelson quedó pagando una cuota mensual de un millón de pesos por el nuevo automóvil, que Humberto, según el testimonio, se llevó para El Espinal.
“El trato era que él pagaba las cuotas porque sería él quien usaría el carro. En conclusión, se llevó los dos carros: mi Spark, que supuestamente yo le había alquilado, y el nuevo. Me convenció para sacar tres tarjetas de crédito a mi nombre y usó todo el cupo y los avances en efectivo”, relató la víctima.
Además del crédito del vehículo, el supuesto comerciante le dejó a don Nelson más de 30 millones de pesos en deudas y como no pudo cumplir, fue reportado a las centrales de riesgo.
“Yo lo llamaba y decía que él había pagado las cuotas, me enviaba fotos, pero pagaba con cheques sin fondos. El estrés me enfermó más, el párkinson se me disparó y me dio un infarto. A un abogado me tocó pagarle unos 14 millones de pesos. Para pagar las deudas, para que los intereses no siguieran subiendo, un prestamista me prestó 40 millones de pesos y como no le he podido pagar intereses, hoy le debo 52 millones de pesos”, puntualizó.
Entregó el carro al concesionario
Después de mucho luchar, el 12 de enero de 2022, don Nelson Vera llegó a un acuerdo con el Banco Finandina y les entregó el Volkswagen. “El carro lo recuperé en 2020. Me tocó ir al Espinal, buscar al señor Humberto y con ayuda de la Policía quitarle el carro. Sin embargo, el caso lo tomó la Inspectora de Policía de ese municipio y como el proceso jurídico duró más de un año, me tocó pagar más de seis millones de pesos por concepto de parqueadero. En estos momentos estoy esperando que el Banco me entregue el paz y salvo para poder gestionar que me borren de Datacrédito”, dijo.
Habría falsificado documentos
De acuerdo con el testimonio de don Nelson, duró más de un año sin tener rastro del Spark G.T que Díaz Galvis se llevó. “Un día lo vi pasar por la carrera Quinta de Ibagué y yo mismo le hice seguimiento y me di cuenta quién lo tenía. Supuestamente Humberto falsificó documentos y lo vendió a una compraventa. Cuando lo recupere, se lo entregué a una persona para saldar una deuda”, indicó.
Toca puertas
Las deudas y el estrés que ha generado la situación, han afectado la salud de don Nelson. Hoy, además de hacerle un llamado a las autoridades, Fiscalía y Policía, para que agilicen el proceso investigativo contra Humberto Díaz Galvis por el delito de estafa, le hace un llamado a las personas que de una u otra manera lo puedan ayudar a encontrar una solución que lo favorezca y le permita pagar la deuda a un prestamista.
«El próximo mes debo pagar 52 millones de pesos y como debido a todas las deudas que me dejó el señor Humberto me reportaron a las centrales de Riesgo, ninguna entidad bancaria me presta ese dinero. «Tengo la pensión de la Policía, tengo con qué responder. Si la Institución me puede ayudar estaré muy agradecido», dijo. Su número de contacto es 315 352 76 90.
¿Cómo actúa un estafador?
Un estafador es alguien astuto, con la habilidad para detectar debilidades y oportunidades donde los demás no las ven. El estafador no solamente quiere obtener un beneficio económico de sus engaños. En ocasiones, también siente placer al timar y envolver con sus argucias a personas confiadas o ingenuas. Esto le proporciona un sentimiento de superioridad y alimenta su ego.
Analizar con objetividad las supuestas oportunidades, no tener en cuenta que bajo estados de presión o necesidad somos más vulnerables, creer que eso que les pasa a otros no nos sucederá a nosotros, facilita que los estafadores tengan éxito.
Siempre que entre en contacto con una persona extraña, por teléfono o en la calle, no le regale toda tu confianza. Es muy raro ganar algo que no se ha esforzado por ganar.
Destacado
«No confíen en todo lo que brilla. Aprendí que es mejor hacer los negocios por uno mismo y no depender de otras personas».
La cifra
45 millones de pesos tuvo que pagar la víctima por deudas que le dejó el presunto estafador.
