Esta es la historia de Jorge: el joven discapacitado que permanece en la Av. Quinta con calle 11

Esta semana la imagen de Jorge conmovió a la opinión pública ibaguereña. Foto Q’HUBO.
Esta semana la imagen de Jorge conmovió a la opinión pública ibaguereña. Foto Q’HUBO.

REDACCIÓN Q’HUBO/qhuboibague@gmail.com

Personal de la Alcaldía de Ibagué visitó a Jorge Andrés Gómez, un ibaguereño en condición de discapacidad que busca el sustento de su familia en uno de los semáforos de la calle 11 con carrera Quinta. 

La Administración puso la lupa sobre el caso, luego de que el lunes 14 de marzo una foto de Jorge fue compartida en redes sociales. La publicación llamó la atención ya que el muchacho, a pesar de un fuerte aguacero, permaneció aferrado a su silla de ruedas frente a la Universidad CUN. Aunque tenía una capa puesta y un parasol y según le contó a Q’HUBO, no se mojó, la imagen conmovió a más de uno. 

Esta redacción lo visitó en el barrio Pueblo Nuevo, donde vive con su familia. Sus padres aclararon que no lo obligan a pedir, como algunas personas dicen. Él mismo expresó que lo hace por voluntad propia, pues no tiene ninguna ayuda del Gobierno y por su condición ninguna persona o empresa lo emplea. 

Para empezar, Jorge Andrés es hijo de la señora María Omaira Delgado, ama de casa, y Napoleón Gómez, que se dedica al reciclaje. En la casa, que poco ha poco han tratado de mejorar, viven con sus tres hijos y dos nietos.

 Expresó la señora María, que en la familia hay tres personas en condición de discapacidad y ninguno de los miembros tiene un empleo fijo. 

Esta semana la imagen de Jorge conmovió a la opinión pública ibaguereña. Foto para Q’HUBO.

“Tenemos a Jorge, a mi hija mayor (que padece esquizofrenia) y a un nieto de 20 años, que cuando era pequeño sufrió meningitis. Ninguno recibe ayuda del Gobierno. Solo yo recibo el subsidio del adulto mayor”, indicó la dama.

Respecto a Jorge, el joven lleva 15 años en cama ya que en un momento de angustia, quiso acabar con su vida y se disparó en la cabeza. 

El trauma afectó el cerebro y perdió la movilidad en gran parte de su cuerpo. Solo siente y puede mover un brazo. Por fortuna, puede hablar y es consciente de todo.   

“La EPS nunca ha autorizado una enfermera, todo este tiempo yo he sido su cuidadora y eso también ha impedido que pueda trabajar. Él es totalmente dependiente, nosotros lo bañamos, lo vestimos, le damos de comer, lo sentamos en la silla de ruedas etcétera”, dijo. 

En cuanto a la pedida de dinero, el mismo Jorge contó que lo hace por necesidad y voluntad propia: “Yo me aburro de estar acostado en la cama y además tengo una hija de 15 años a la que le colaboro. Yo no tengo ninguna fuente de ingreso entonces ¿Qué más puedo hacer?”. La familia explicó que ellos lo visten, lo acomodan en la silla de ruedas eléctrica que compró de segunda y el coge camino. 

“Cuando llueve él sale con su chaqueta, capa y sombrilla. Nosotros le decimos que no se demore tanto y que tenga cuidado”, señalaron. 

Tres personas con discapacidad

En la familia de Jorge, otras dos personas tienen condición especial: una hermana que sufre de esquizofrenia y Jefferson, un sobrino de 20 años, que cuando era pequeño sufrió meningitis. Aunque Jefferson puede valerse por sí mismo y es muy activo, no puede expresarse bien. La familia contó que aunque le gusta mucho el estudio, solo cursó unos grados de primaria, pues en la escuela donde estudiaba les informaron que no lo podían recibir más, que debían buscar un lugar especial o un colegio privado.  

Una esperanza

La visita de funcionarios de la Alcaldía se convierte en una esperanza para la familia. “Llegaron varios funcionarios, nos trajeron un mercadito, nos preguntaron muchas cosas y se comprometieron a ayudarle a conseguir un empleo a la mamá de Jefferson. Les comentamos que la EPS nunca nos ha prestado el servicio de enfermería y aseguraron que estudiarían el tema. También les conté que tenemos un lote por el sector de Coello Cocora y que necesitamos asesoría para iniciar algún cultivo. Nosotros queremos mejorar nuestra calidad de vida”, dijo María Omaira Delgado, madre de Jorge. 

Dijo que no se mojó 

Jorge asegura que el lunes, a pesar del aguacero que cayó en la tarde, él no se mojó. “Antes cuando llovía, me ubicaba en un edificio de la (avenida) Quinta entre calles 11 y 12, carril bajando, pero a una señora le molestaba y me pidió que me quitara de ahí. Siempre salgo preparado, más en época de lluvia. Yo manejo la silla eléctrica que compré de segunda, gracias a la plata que las personas me regalan. Con lo que recolecto compro alimentos para la casa, le ayudo a mi hija y le compro los medicamentos a mi mamá, quien es la que me cuida”, dijo.  

Dato

Las personas que deseen ayudar a Jorge Andrés Gómez y a su familia, pueden contactarlo a la línea celular 3162888562. No tiene Whatsapp. 

La cifra

37 años de edad tiene Jorge Andrés Gómez y 61 su señora madre,  María Omaira Delgado.

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