REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Los amantes de la bicicleta en el Tolima han perdido a un compañero, amigo y gran líder. El jueves en la mañana, un vehículo arrolló en la vía Picaleña – Buenos Aires a Andrés Mauricio Caviedes Góngora, conocido como ‘Pelusa’. Aunque fue trasladado a la Clínica Asotrauma, su cuerpo no resistió las delicadas lesiones y falleció minutos después.
Ante la noticia, decenas de amantes de la biela y empresarios, entre otros, que conocieron a Mauricio, de 38 años, expresaron su pesar por la partida de un hombre a quien describen como un ser humano de gran corazón.
El accidente
De manera extraoficial se conoció que ‘Pelusa’ venía en compañía de otros ciclistas cuando el conductor del vehículo particular de placa RZX 278 habría invadido la berma ( faja lateral, pavimentada o no, adyacente a la calzada del camino) y lo habría arrastrado unos 100 metros. Según un video que amigos compartieron en las redes sociales, se observa que la bicicleta de ruta marca Scott quedó destrozada.
De Andrés Mauricio se conoció que era hijo de un reconocido empresario de la ciudad, se había graduado de Mercadeo de la Universidad de Ibagué y era egresado del San Simón. De niño practicó fútbol e incluso jugó en las menores del Tolima y Cali. Hace unos siete años empezó a recorrer Ibagué y sus alrededores en bicicleta, que se convirtió en una gran pasión.
Es de recordar que en los últimos días, grupos aficionados al ciclismo de la ciudad le han hecho un llamado a las autoridades para que ejerzan un mayor control en las vías pues es común que los conductores invadan las ciclorrutas y no le den al ciclista los 1,5 metros de distancia.
Era padrino de los ‘peluditos’
Diana Pinto, líder y fundadora de S.O.S Huellitas lamentó el fallecimiento de Mauricio y escribió en redes sociales: “Por qué la vida es tan injusta con seres tan buenos. Gracias por todo el apoyo a nuestra fundación. Nuestra última conversación fue el viaje a la Guajira en pro de los peludos”. En diálogo con Q’HUBO, la líder animalista recordó que ‘Pelusa’ fue uno de los padrinos más comprometidos con la Fundación. “Lo conocí hace varios años y siempre fue un apoyo. Durante tres años fue el padrino de Teo, un perrito que quedó ciego. Él le pagó todos los gastos al animal, la guardería campestre, todo. Cuando la salud de Teo se complicó y nos tocó dormirlo, él estuvo allá. Era un ser muy noble y de gran corazón. Su partida nos deja muy tristes”, indicó.
