A la Ciudadela Simón Bolívar no le cabe ni un hueco más

En menos de una cuadra hay más de 10 hundimientos de la vía. Con el paso de los carros los orificios se agrandan. Fotos: Hélmer Parra / El Nuevo Día / Q’Hubo Ibagué.

REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com

En la Ciudadela Simón Bolívar hay varias calles que están en pésimas condiciones. Sin embargo, hay una en particular que sirve de acceso a una institución educativa y por donde los estudiantes deben transitar para ir a estudiar. Sumado a los enormes huecos, hay varias fugas de agua.

La denuncia

El daño de la malla vial está en la primera etapa entre las manzanas 26 y 41 de la Ciudadela, donde los vecinos por su propia cuenta han regado material de residuos de construcciones y relleno para mejorar la calle, pero cuando llueve el agua lo arrastra.

Según Luz Marina Pérez, habitante y comerciante del sector, el problema lleva aproximadamente un año: “La calle estaba con hundimientos, pero con el paso de volquetas empeoró por el peso”, dijo Pérez.

Los vehículos a los que se refiere la denunciante, al parecer, eran usados para las construcciones de apartamentos en el sector.

Ahora, la carretera que comunica a la vía principal de la Ciudadela Simón Bolívar con unas canchas de fútbol está llena de cráteres, por lo que los conductores deben transitar con precaución para evitar daños en sus carros. 

Tres cuadras están muy averiadas.

Por su parte, algunos motociclistas prefieren movilizarse sobre los andenes, lo que causa daños en estos pasos peatonales. 

Además, existen varias fugas de agua por la ruptura de unos tubos de la red de acueducto y hay un reguero del preciado líquido durante todo el día. 

“Llamamos al Ibal, denunciamos el inconveniente que tenemos porque se desperdicia el agua y también se empoza en los huecos, pero solo vienen a mirar y vuelven y se van”, aseguró la ciudadana.

‘Chulos’ y charcos ‘pichos’

Otro de los problemas que tienen los habitantes del sector es el empozamiento de agua que existe cerca al parque infantil que está situado al lado de las canchas de fútbol de arena. Cada vez que es temporada de lluvias el agua no tiene por dónde correr y se acumula, causando un ‘charco’ que genera malos olores y moho. 

Asimismo, en la misma zona hay acumulación de basuras debido a que sacan las bolsas con los residuos sólidos antes de que pase el camión recolector. 

Lo anterior, hace que aves carroñeras lleguen al sitio y esparzan las basuras, dándole mal aspecto a la zona.

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