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Daniela Roldán Herrera es una joven ibaguereña de 22 años, estudiante de Ciencia política de la Universidad del Tolima y rescatista de animales, quien desde 2020 le ha salvado la vida a más de 300 mascotas abandonadas o maltratadas en Ibagué y varios municipios del Tolima.
En la actualidad, Daniela continúa desarrollando dicha labor de manera desinteresada y acudiendo a donaciones, rifas, venta de postres, convenios con clínicas veterinarias, entre otras actividades para cumplir con la misión de rescatar y dar en adopción a los animales que se quedan sin hogar.
Una labor de admirar
En 2020, durante algunas visitas que Daniela efectuó a Guamo por asuntos familiares, comenzó a observar que en dicho municipio se registraban casos de maltrato y abandono de mascotas, por lo que decidió hacer algo al respecto y comenzó instalando comedores para los animales de la calle y luego llevó a cabo los primeros rescates. Así es como recuerda que empezó su labor.
Las primeras semanas como rescatista animal, realizó varios viajes al Guamo y en cada uno logró traer hasta 10 mascotas abandonadas, lesionadas o enfermas, entre perros y gatos de diferentes tamaños.
Para cumplir dicho objetivo, le pidió ayuda a los conductores de una empresa del Guamo que le autorizaron el transporte de los animales en sus vehículos hasta Ibagué. Algunas veces le donaron el pasaje y en otras ella pagó su costo con recursos propios o gestionando otros a través de rifas, donaciones o venta de postres.
Daniela recuerda que inicialmente no recibía donaciones debido a que aún no era conocida, entonces hacía rifas para comprar el alimento para los comedores y pagar los envíos de las mascotas. Una vez llegaban los guacales con los animales a Ibagué, ella misma tenía que recogerlos, llevarlos al veterinario y posteriormente darlos en adopción; para lo cual contaba con la ayuda de algunos amigos que tenían moto o se desplazaba en bus.
Seguirá rescatando a los animales
Daniela le contó a Q’HUBO que todos los días le escriben para reportar casos de maltrato o abandono, pero para ella es imposible hacerse cargo de todos, por lo que en ocasiones la labor de rescate animal puede llegar a causarle frustración y desgaste emocional. Aun así, planea seguir trabajando en beneficio de las mascotas.
En la actualidad, sigue desarrollando su actividad a través de la autogestión de recursos y gracias a los aportes que le hacen decenas de personas que confían plenamente en la destacada labor de esta joven ibaguereña que les rinde cuentas de lo invertido a sus donantes.
También cuenta con el apoyo de varias veterinarias, como es el caso de Mimados y la Clínica Veterinaria Los Andes en Ibagué; así como la Agroveterinaria Los Campesinos del Espinal, donde le dan descuentos en el tratamiento de las mascotas rescatadas y organizan jornadas de esterilización a muy bajo costo en los municipios.
Un caso que la marcó
En estos años de labores, hubo un caso que marcó a Daniela debido a su gravedad. Se trata de Apolo, un perrito del Guamo que encontró tirado en una calle, expuesto al sol, con graves lesiones en la piel, debilitado y en estado de desnutrición. Según ella, jamás había visto a un animal en ese estado. A los cuatro días de haber sido rescatado, Apolo falleció mientras recibía atención médica veterinaria en Ibagué.
DATO
Daniela ha logrado atender casos de abandono no solo en Ibagué, Guamo, Ambalema y otros municipios del Departamento, sino que también le ha brindado ayuda a mascotas del Caquetá.
