REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Varios integrantes de la comunidad de la urbanización Arkalá I y II, situada en la comuna Seis, decidieron salir a la avenida Ambalá con calle 99 y bloquear durante un rato esa arteria vial de Ibagué, a modo de protesta por el abandono en el que permanecen gran parte de las vías del sector, que según los vecinos, están intransitables.
Las calles se hunden
La situación de las vías en Arkalá I y II es complicada, pues el deterioro de la red de alcantarillado ha incidido en el mal estado de las calles por las que a diario sus habitantes deben circular a pie o en vehículo. Hay cuadras donde los huecos parecen de colección y el mal estado de la capa asfáltica ha dejado varias calles como vías rurales destapadas.
“El barrio se está hundiendo, las calles están quedando huecas. El otro día un carro recolector de basura quedó enterrado. El alcantarillado de la urbanización está obsoleto porque hace varios años cumplió su ciclo”, manifestó Manuel Rico, habitante del sector, quien agregó que la Junta de Acción Comunal ha enviado varios oficios solicitando el arreglo de la red de aguas residuales, pero no ha recibido solución de las entidades a cargo.
Por esta razón, los habitantes de la urbanización manifestaron estar cansados del olvido al sector y quisieron evidenciar la problemática tomándose la avenida Ambalá, para llamar la atención de la Administración municipal.
Problema de años
La difícil movilidad no es el único problema para esta comunidad. Conforme pasa el tiempo, la humedad empieza a filtrarse en sus viviendas. Los habitantes de Arkalá I y II han estimado que estos daños afectan al menos al 70 por ciento de los predios del lugar.
Según Rico, desde hace un año el deterioro de la malla vial se ha hecho más evidente. Cuando se presentan averías en las acometidas o hay fuga de aguas residuales, los arreglos deben correr por cuenta de los vecinos afectados, pues los olores y daños a las viviendas no dan oportunidad de espera.
Según denuncias de la comunidad, en las manzanas con vías mayormente deterioradas, ni los taxistas quieren entrar, pues temen dañar los vehículos entre las chambas y las piedras. Los vecinos a veces rellenan algunos cráteres con recebo, pero son ‘pañitos de agua tibia’, frente a la dimensión del daño. “Los robots del Ibal ya los han traído y han revisado, se necesita el cambio total de tuberías porque de nada sirve hacer reparcheo, si continúan los daños de alcantarillado”, agregó Manuel Rico.
TOME NOTA
Pese a la lluvia que se registró en el lugar, la comunidad permaneció firme protestando, por lo que se generó embotellamiento en los dos carriles de la avenida. La consigna de los habitantes de Arkalá fue “hacerse escuchar”.