REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Un total de ocho víctimas mortales deja hasta el momento el accidente de tránsito ocurrido la tarde del martes 4 de enero al interior del túnel Los Venados, ubicado en el kilómetro 43 de la vía Calarcá – Ibagué. Entre los fallecidos están los cinco integrantes de la familia Orozco Monsalve, quienes viajaban desde Dosquebradas, Risaralda, a Ibagué, al igual que tres miembros de la familia Vargas Soler, que venían de Cali e iban hacia Bogotá.
El accidente
Eran aproximadamente las 2:30 p.m. del martes, cuando la tractomula de placas TRD 496 que cubría la ruta Cali – Barranquilla con un cargamento de llantas y baterías y era conducida por Diego Fernando Montenegro, sufrió fallas mecánicas mientras descendía por el kilómetro 43 de la vía Calarcá – Ibagué.
Según Montenegro, una vez pasó el peaje de Calarcá y empezó a bajar hacia el túnel, se percató de que algo no marchaba bien con el sistema mecánico de la tractomula, que en ese momento traía 17 toneladas de carga, situación que lo obligó a detenerse. Cuando se fue a orillar para verificar lo que ocurría, los frenos no respondieron, por lo que intentó detenerse recostando el vehículo al lado izquierdo de la carretera, maniobra que no tuvo éxito y terminó colisionando contra 17 carros. “Le pedí a Dios que me ayudara a detener eso, pero no pensé que hubiera tantos carros abajo”, dijo.
Luego del choque, todo fue confusión debido a que el túnel se llenó de humo y los ocupantes de los otros 17 vehículos que quedaron heridos empezaron a pedir auxilio para poder salir de entre los hierros retorcidos. El conductor de la mula quedó consciente, pero atrapado en la cabina, hasta que los organismos de socorro lograron sacarlo y trasladarlo al hospital de Cajamarca con lesiones en el hombro derecho, las costillas, una pierna y la cadera.
Claret Gómez, el conductor de uno de los buses de servicio público que resultó involucrado en el siniestro, le contó a Q’HUBO que a esa hora venía cubriendo la ruta Ibagué – Armenia con 25 pasajeros a bordo y al llegar al túnel se detuvo debido a la congestión vehicular que había a esa hora en la zona.
“Estábamos ahí parados cuando siento una explosión y después la buseta arranca sola hacia adelante. Yo traté de maniobrar, pero fue difícil porque no había forma de hacer nada. Cuando miré hacia el lado mío, una parte del motor de la tractomula le había caído encima a un carro negro y la otra parte me cayó al lado y me dejo aprisionado, al igual que a otras dos pasajeras que venían en la cabina y quedaron atrapadas con el tablero de mando”, aseguró Gómez.
De inmediato, las autoridades y los organismos de socorro de Tolima y Quindío se encargaron de atender la emergencia y trasladaron a 33 lesionados al hospital Santa Lucía, de Cajamarca, y a centros asistenciales de Ibagué y Armenia. De igual forma, uniformados de la Sexta Brigada se encargaron de apoyar la evacuación de heridos, mientras que la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía del Tolima envió agentes para investigar las circunstancias del accidente y darle manejo a la vía antigua con el fin de evacuar el alto flujo vehicular que se registró a raíz del siniestro.
Asimismo, desde el centro regulador de urgencias y emergencias fueron enviadas 13 ambulancias al hospital de Cajamarca para traer a los heridos graves a centros asistenciales de Ibagué, mientras que desde Quindío enviaron otros cinco vehículos de emergencia.
¿Vía peligrosa?
Varios conductores de carga pesada han manifestado que algunos tramos de las obras recién entregadas que corresponden al Cruce de la Cordillera Central son peligrosos y aseguraron que el accidente pudo haber sido ocasionado por un desnivel sobre la vía.
Al respecto, el director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Luis Felipe Lotta, respondió argumentando que este no es un punto crítico debido a que no hay obstáculos visuales que impidan el tránsito al iniciar el descenso hacia Cajamarca. De igual manera, dijo que las causas del siniestro están siendo investigadas, sin embargo, lo más probable es que se haya debido a fallas mecánicas.
La tragedia de los Orozco Monsalve
La familia Orozco Monsalve, compuesta por cinco integrantes, salió hacia el mediodía del martes desde el barrio El Balso, de Dosquebradas, Risaralda, con destino a Ibagué, donde visitarían algunos seres queridos y pasarían varios días de descanso. Al llegar al túnel Los Venados, se detuvieron algunos minutos mientras avanzaba el tráfico y en ese momento fueron arrollados por la tractomula que se quedó sin frenos.
En el carro de los Orozco Monsalve viajaban los esposos Cristian Yamid Orozco Grajales, de 34 años, y Luisa Fernanda Monsalve Tavares, de 23, al igual que Luz Mary Grajales Villada, madre de Cristian y los dos hijos de la pareja, identificados como Christopher Orozco Monsalve, de 6 años, y Adrián Orozco Monsalve, de 10 meses. Todos fallecieron. Cristian Yamid Orozco era operario de una granja avícola en Risaralda y vivía en Dosquebradas desde hacía más de siete años junto a su madre, su esposa y sus dos hijos. Dos tías de Luisa Fernanda Monsalve, una vez se enteraron de la tragedia, viajaron desde el Eje cafetero a Ibagué a reclamar los cuerpos y esperan que las exequias de los cinco fallecidos se lleven a cabo antes del sábado.
Los Vargas perdieron a tres miembros
La familia Vargas Soler, oriunda de Garagoa, municipio ubicado al suroriente de Boyacá, también perdió a tres de sus miembros en el trágico accidente, mientras que una cuarta persona quedó herida, fue atendida en el hospital de Cajamarca y posteriormente fue remitida a Ibagué.
Los fallecidos son Carlos Darío Vargas Cubides, un geólogo de 60 años, egresado de la Universidad Nacional, quien le dedicó gran parte de su vida a la minería; su hijo, el arquitecto Sebastián Vargas, de 33 años, y Alejandra Soler Melo, esposa de Sebastián; mientras que Martha Lucia Esteban Sendoya, de 51 años y esposa de Carlos Darío, quedó herida y salió gateando de entre las latas del carro, luego de lo cual fue atendida por paramédicos. Beatriz Esteban Sendoya, hermana de Martha Lucía, en una entrevista para un medio de comunicación nacional dijo que sus tres familiares venían de Cali, donde pasaron el 31 de diciembre celebrando la llegada del año nuevo, e iban con destino a Bogotá a bordo de un vehículo marca Volkswagen color gris que, según ella, quedó desintegrado después del siniestro. La mujer cuestionó el proceso de revisión técnico mecánica que se les realiza a los vehículos de carga en Colombia: “siento que en este país no hay políticas serias y responsables con las revisiones técnico mecánicas. Eso es una mafia que pone en riesgo la vida de la gente. La trampa impera porque no se nos ocurre pensar que está en juego la vida de otros y pagan por pasar la revisión aun sabiendo que los carros están en muy mal estado”, manifestó.
LA CIFRA
2:30 p.m. del martes fue la hora aproximada del siniestro vial.