REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Hace un mes, el alcalde Andrés Fabián Hurtado entregó el nuevo parque del barrio Ceiba Norte, sector El Salado, y aunque una parte del escenario mejoró, los habitantes de la zona reiteran que la cancha de arena, muy usada por chicos y adultos, siguió con el mismo problema: cada vez que llueve se convierte en una enorme piscina.
“La cancha de arena es el escenario más apetecido y el más querido. Cuando Ibagué Limpia inició la remodelación nos llenamos de ilusión porque pensamos que le harían un adecuado sistema de desagüe, pero no fue así. Los chicos llegan entusiasmados a jugar, no obstante, cuando llueve no lo pueden hacer y quedan con los crespos hechos. Cuando la cancha se inunda, toca esperar dos o tres días para que las aguas desaparezcan”, expresó Daniel Ramírez, un residente del sector.
El ciudadano añadió que incluso el contratista de la obra instaló un tubo que saca las aguas lluvias de la cancha de micro y curiosamente las deposita en la cancha de arena.
“Antes de que el Alcalde recibiera las obras dimos a conocer las inconformidades. No habían entregado el parque y el cerramiento ya se había dañado. En mi opinión y la de varios vecinos, el contratista compró los materiales más económicos. Como hemos dicho, la arena es de mala calidad. De manera lamentable nuestras quejas no fueron escuchadas y vea, seguimos con el mismo problema. Eso lo deja a uno pensando porque no aprovecharon la inversión que habría superado los 300 millones de pesos”, dijo.