Olga Lucía Sotelo y su hija viven acompañadas por los malos olores de las aguas negras que se asoman y, cuando llueve, salen por los sifones de la vivienda, donde residen en la manzana 15 del barrio Jardín Acacias de Ibagué.
El olor es apestoso y eso no es todo. Q’HUBO visitó la cuadra y evidenció que las aguas negras brotan en una buena parte de la vía como si el alcantarillado estuviera colapsado. Incluso, a la caja de los contadores de agua no les cabe una gota de aguas residuales.
Cuando llueve, según la comunidad, el interior de cinco casas se inundan con aguas negras. “Vivimos un infierno. Imagínese que excrementos se esparzan por su vivienda y moje los enseres. Es un problema sanitario. Cuando llueve nos toca empezar a barrer y recoger esas aguas”, Nancy Méndez, una de las afectadas.
Agregó la ciudadana que ella se le mide a recoger esas aguas porque hace tiempo después de un accidente de tránsito perdió el sentido del olfato. “Yo no huelo esas porquerías pero en las últimas semanas me ha dado mucha gripa. Además mi hija, de 20 años, si puede oler la fetidez y mis vecinos también”, dijo.
Refirieron los vecinos del sector, que hace tres años vivieron una situación similar y el Ibal acudió con el equipo vactor a limpiar las redes de alcantarillado y la problemática mejoró. No obstante, aunque esta vez ya informaron al Ibal, hasta el momento no han intervenido.
Q’HUBO le dio a conocer el caso a la Oficina de Comunicaciones de la entidad e informaron que lo reportarían al área encargada.
“Necesitamos que el Ibal venga y que por lo menos destapen las redes. Tenemos niños, adultos y embarazadas. ¡Huele inmundo!