Poca agua y mucho cobro en la urbanización Villa Ricaurte

Para cocinar, las personas deben almacenar agua en botellas.

Los habitantes de la urbanización Villa Ricaurte, al sur de la Ciudad, están desesperados con el suministro de agua. Según denunciaron, hace varios meses la intermitencia del servicio es tan grande, que se ven obligados a recolectar el líquido durante las pocas horas en que cuentan con el. 

Suministro con horario

Andrea Triana, habitante del sector aseguró que ya se tiene un horario fijo de permanencia del servicio en la urbanización. “Todos los días llega el agua a eso de las 5:00 de la mañana y alrededor de las 6:00 ya la han quitado. A veces regresa hasta en la noche y el corte se vuelve a dar a medianoche. Otras, incluso duramos hasta una semana sin el líquido, entonces mandan carrotanques del Batallón Rooke o de los Bomberos”, indicó Triana.

Sin embargo, esta solución es un paño de agua tibia, puesto que según la mujer, apenas da para un balde por persona. “Quién sabe qué es lo que sucede, porque es un relojito. Los cortes son puntuales”, acotó Triana. 

Para la comunidad la situación es injusta, porque aseguran que no se está pagando por agua en carrotanques, sino por un servicio constante, que no tienen. Pero, el cobro sí es puntual y las facturas cada vez más elevadas.

Cobro elevado

La comunidad está desesperada por la falta de agua (Captura de pantalla de un video de Ecos del Combeima).

Pese a que en la urbanización son pocas las horas en las que los usuarios disponen del ‘chorro’ en sus casas, el cobro del servicio es normal. Por esto, los habitantes se preguntan cuáles son los criterios para la facturación, ya que si hay poco suministro, el cobro también debería ser menor.

“Hace un tiempo, el Ibal nos respondió que si no hay suministro, el cobro debería ser cero”, aseguró con indignación Triana, quien supuso que en ese caso, debería aplicar un cargo fijo o promedio. Sin embargo, agregó: “A mí me llegó la factura por $57 mil 700. El valor se ha ido incrementando con los meses. A una vecina, que también es estrato 2, el recibo le llegó por $175 mil, sin estar en mora”.

Esta redacción tuvo acceso a facturas del servicio de agua del Ibal y pudo constatar que los valores denunciados son verídicos, y que además los recibos llegan con un plazo de pago muy reducido. De acuerdo con la comunidad, las facturas les llegaron el 12 de octubre, con fecha de vencimiento el 13. 

No hay gran diferencia

La situación es tan compleja, que al parecer, la comunidad se ve obligada a recolectar el líquido en recipientes como baldes, ollas y botellas durante las horas en que se cuenta con suministro, o en su defecto hacer recolección de aguas lluvia, destinada a labores de aseo. 

Además, aseguraron que la diferencia no ha sido mucha con la reciente emergencia del río Combeima, que ha provocado cortes en varios sectores de la Ciudad. Pero esto ocurre en la urbanización desde hace al menos seis meses, sin que hasta la fecha se avizore una solución al problema. 

La respuesta del Ibal

De acuerdo con la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, el consumo no se mide por la permanencia de tiempo del servicio, sino por el consumo. Por tanto, es necesario entrar a revisar cada caso puntual, y de haber inconformidades, el usuario debe acercarse a las oficinas, para realizar la correspondiente reclamación. Por otro lado, la empresa indicó que debido a las emergencias recientes se sigue con intermitencia en la zona del Sur de la Ciudad, y que es necesario reportar cuando hay falta de suministro, para enviar a personal a realizar la revisión y establecer posibles daños. 

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