Luego de dos semanas del siniestro vial en la Glorieta de Mirolindo, en el que el vigilante Juan Carlos Cofles murió arrollado al parecer por un conductor en estado de embriaguez, familiares del occiso hicieron un llamado para que la investigación no se quede a media marcha y se establezca la responsabilidad del hombre que conducía el vehículo. Por esto, pidieron que personas que hayan presenciado el accidente entreguen datos del hecho.
Temen impunidad
Javier Cofles, hermano de Juan Carlos, indicó que no se han conocido mayores detalles de la investigación por la muerte del empleado de la empresa Seguridad Superior. En entrevista para un medio digital de la Ciudad, Cofles aseguró: “Después de la muerte de mi hermano, no se ha vuelto a escuchar nada. El carro venía evadiendo un control de la Policía, cogió el separador y subió como un volador. Mi hermano estaba parado ahí, descansando. Venía desde Bello Horizonte para dirigirse al trabajo, y el carro se lo llevó, quitándole la vida”.
El hombre añadió que hasta la fecha no ha habido un pronunciamiento por parte de la Fiscalía Novena, que lleva el caso; ni un comunicado por parte de Asotrauma, sobre si el conductor del vehículo, Gustavo Germán Alfonso y sus acompañantes estaban en estado de embriaguez. Por esto, pidió a testigos del hecho que se comuniquen con él. y revelen detalles del hecho.
Cofles expresó que una familia está destrozada, pues Juan Carlos además de ser un hombre trabajador y ejemplar, era quien sostenía a sus padres. Así lo confirmó también Leidy Tatiana Cofles, sobrina del fallecido, quien expresó que el daño provocado a su familia es enorme. El llamado que estas personas hicieron a quienes conozcan detalles es para comunicarse al celular 3213336175, y entregar fotos, videos o testimonios del hecho.
El accidente
La madrugada del 29 de agosto, Juan Carlos, quien iba a bordo de un bicicleta, fue embestido por un carro particular Nissan March de placa FOL 006 en el cual se movilizaban tres personas. El vehículo se desplazaba por la avenida Pedro Tafur, desde el Éxito hacia Mirolindo, en lugar de tomar el camino hacia la glorieta, siguió de largo por la curva usada para la bahía de los taxis, se subió al andén y voló hacia donde estaba ubicado el vigilante, quien murió al instante, al recibir un golpe en la cabeza.