La comunidad de los Túneles de Boquerón, El Cural, La Tigrera, Las Ánimas, Puerto Banano y 20 veredas más de los corregimientos de Tapias y Toche lleva varios años padeciendo problemas de movilidad a raíz de las obras del acueducto complementario que adelanta un contratista del Ibal.
Residentes de esta zona rural de Ibagué manifiestan que la ruta de busetas no tiene la misma frecuencia de antes, por lo que se tienen que desplazar a pie cuando necesitan realizar diligencias en la zona urbana.
Andrea, una joven madre que debe asistir a citas médicas con su pequeño hijo cada semana tiene que caminar más de media hora desde La Tigrera hasta Boquerón para tomar la buseta que la lleve a su destino. En algunos casos dicho medio de transporte no ingresa hasta la vereda y se ve obligada a caminar hasta la vía principal para tomar otra ruta.
Esta misma situación la padecen los demás habitantes de la región que esperan la terminación de las obras y la adecuación de este corredor vial que además es una de las principales rutas de evacuación ante una eventual emergencia del Volcán Machín.
La carretera fue intervenida hace varios años para instalar la tubería del acueducto complementario y según lo manifestado por Rodrigo Herrera, gerente del Ibal, en junio pasado, para la terminación de las obras que llevarán agua a los habitantes de la comuna 12 y demás barrios del sur de la ciudad y que corresponden a la fase dos etapa uno y fase dos etapa dos del proyecto, se requieren más de 20 mil millones de pesos.
De acuerdo con el anuncio del funcionario, en noviembre esperan conocer los resultados de una consultoría contratada para evaluar lo que ya está instalado, los cambios que ha tenido la obra y diseñar una planta de tratamiento y el tanque de almacenamiento de Boquerón.
Mientras esto sucede, los habitantes de los Túneles y sectores aledaños tendrán que seguir recorriendo largas distancias pues el estado de la carretera impide que cualquier tipo de vehículo transite por allí durante el invierno.