Quienes se movilizan por el puente del Combeima hacia el sur de la Musical, ven al lado derecho un sector pequeño rodeado por el río donde viven más de 250 personas, la mismas que hoy reclaman a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal la pavimentación de las calles de su barrio.
De acuerdo con Norma Lucía Riveros Acosta líder de la junta de vivienda comunitaria del barrio Las Cristalinas, hace dos años realizaron la intervención para las obras del acueducto complementario, sin embargo, pasó el tiempo y en su sector quedaron las calles destapadas: “Teníamos la carretera con fresado y estaba mucho mejor que ahora. Cuando llueve se vuelve un barrizal y se hunde.El túnel se inunda porque no hay desagües, nos taparon todo y afuera hay un hueco que ya completó seis meses”, señaló la líder.
Y agregó que radicó ante el Ibal y los consorcios encargados de las obras peticiones, pero no han tenido respuestas.
No obstante, por la carretera hacia las fincas aledañas al barrio, la vía de acceso está en pésimas condiciones: “No pueden transitar carros porque se hunde. Además en época de lluvia se encharca el agua en el túnel. Tampoco pueden pasar vehículos grandes, ni el carro recolector de basuras, las bolsas toca sacarlas hasta la avenida, pero hay personas que las arrojan al río, ni siquiera para hacer un acarreo, estamos esperando a que nos respondan”, refirió Riveros Acosta.
Pero ese no es el único problema que dejó las obras del acueducto complementario, según la líder comunal, supuestamente, a los dueños de las fincas no les han pagado lo que les prometieron por pasar parte de la tubería por sus predios: “Les pagaban por dañarles parte del terreno, pero no les han pagado, son daños y perjuicios, no les dicen ni una fecha para cancelarles”, dijo Riveros Acosta.
Asimismo, Trinidad Cardona, habitante de Las Cristalinas, denunció que cuando pasó la maquinaria pesada, deterioró más su casa: “Al pasar se estremecía la tierra, les dijimos y prometieron miles de cosas y no nos dieron nada, solo unas varillas. Las paredes estaban averiadas, pero se terminaron de abrir, nos hicieron un piso afuera, pero al volver a pasar las máquinas se volvieron a dañar”, indicó Cardona.
