Luego de la emergencia registrada el fin de semana en la carrera primera con calle Séptima, sector La Gaviota, a causa del deslizamiento de tierra que provocó inundaciones por el desbordamiento de la quebrada La Saposa, varias familias tuvieron afectaciones en sus viviendas. Pero la situación más crítica la viven Maira Alejandra Castro y su familia, cuya casa estaba ubicada al margen de la quebrada y cuya reubicación es prioritaria.
Sin posibilidades de irse
Maira le contó a Q’Hubo que las autoridades ya hicieron presencia en el lugar. “La Alcaldía vino. Nos trajo unas ayudas ayer, unas colchonetas, pero no hay dónde ubicarlas. Estoy pidiendo reubicación desde 2017 porque no hay cómo vivir acá. Yo perdí absolutamente todo”, relata la joven, quien vive con su pareja y sus dos hijos, y cuya vivienda quedó inhabitable, debido a los daños que ocasionó el desastre y al riesgo en el que quedó la vivienda.
Según Maira, la respuesta que ha recibido de la Secretaría de Gobierno Departamental es que su solicitud de reubicación no va a obtener respuesta positiva y que debe mirar cómo trasladarse a otro lugar por sus propios medios, algo que en el momento es impensable, pues ella y su familia no cuentan con los recursos y han tenido que alojarse donde unos vecinos luego de la emergencia.
Después de ocho años viviendo en el lugar, la habitante de la casa averiada, asegura que no están allí en invasión, sino como ejidos, pero lamentablemente la persona a la que le compraron el terreno falleció y no les dejó documentos. Maira pide no solo ayuda para sobrellevar el difícil momento que atraviesa, luego de perderlo todo; sino también para poder trasladarse a una vivienda digna con su familia, pues asegura que los gobiernos Municipal y Departamental cuentan con las condiciones para reubicarlos.
Se necesita apoyo
Además de la vivienda de Maira, varias casas de la cuadra sufrieron inundaciones y en algunas también hubo pérdida de algunos enseres. Es el caso de Lidia Trujillo y Julio César Páez, quienes aseguran que tuvieron que utilizar agua de la misma creciente para limpiar su vivienda, que resultó inundada en medio de la emergencia que se registró en horas de la noche y los despertó para intentar salvar algunas pertenencias.
“Yo nunca me había inundado, es la primera vez en nueve años que llevo aquí”, asegura Lina Marcela Castro, quien afirma que los vecinos se han brindado apoyo mutuo; y que están a la espera de que la Administración acuda al sector para remover el barro que dejó la creciente y que preocupa a los habitantes de este sector, pues las lluvias constantes les hacen temer que ocurra otra emergencia, por lo que urge que se tomen medidas como la canalización de la quebrada.
Cifra
8 viviendas registran afectaciones por el deslizamiento de tierra y la creciente.
REDACCIÓN Q’HUBO
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