REDACCIÓN Q’HUBO- qhuboibague@gmail.com
Desde los dos años de edad, Hernando Cabezas Martínez, es una persona en condición de discapacidad. Cuando apenas empezaba a explorar el mundo, según sus palabras, le tocó aprender a luchar con una sociedad que lo ha discriminado y no lo ha tenido en cuenta.
Cuando apenas empezaba a caminar, se contagió de poliomielitis, una enfermedad viral, que le “secó” las piernas. “Mi mamá me cuenta que todo fue muy duro. Permanecí más de dos años hospitalizado en Bogotá debido a la parálisis. Allí aprendí a manejar las muletas, a movilizarme y valerme por mi mismo”, recordó.
Y es que a pesar de su condición, es un hombre autónomo que barre, cocina y hace los demás oficios de una casa. Hace varios años vive con una familia que le alquiló una habitación en el barrio Rosa Badillo, al sur de Ibagué, y en retribución al cariño que le brindan, él se encarga de los oficios.
“El día 3 de cada mes les cancelo 150 mil pesos de arriendo, pero yo me los he ganado porque soy una persona honrada y porque soy muy acomedido. No me gusta quedarme quieto”, precisó.
A pesar de su autonomía y energía, hasta cuando existieron las piscinas olímpicas de la calle 42 practicó natación, la mayor parte del tiempo permanece en la vivienda, pues no tiene cómo movilizarse.
“Tengo unas muletas y unos aparatos ortopédicos muy viejos, que pesan mucho, y son difíciles de manejar. Uno sale y las busetas no paran porque las personas en condición de discapacidad nos demoramos mucho en subirnos. Los carros tampoco nos dan tiempo para cruzar un semáforo. En fin, todo es muy difícil”, indicó.
En estos momentos su mayor anhelo es tener una silla de ruedas buena, sería muy feliz con una silla eléctrica, pero se conformaría con una de las normales. También añora tener una casa propia. La única ayuda que el Estado le ha brindado es el Ingreso Solidario, que ha podido reclamar tres veces.
DATO
La persona que le pueda donar una silla de ruedas al señor Hernando Cabezas, puede contactarlo al celular 315 4105069.