REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
A finales de 2019, Ana Sofía Moreno empezó a tener síntomas de cáncer de seno. Desde ese momento, ha tenido que lidiar no solo con la enfermedad, sino también con trabas administrativas de las EPS.
Aunque han pasado casi tres años desde que observó un punto rojo en el seno izquierdo, no la han podido operar. Por la demora en citas y autorizaciones, le tocó iniciar otro ciclo de quimioterapias. El primer ciclo, que debió demorar seis meses, se extendió a un año.
En diálogo con Q’HUBO, la adulta mayor contó que el dolor que siente es intenso y le pasó a la espalda. Casi no puede dormir, pues no puede recostarse en ninguna superficie.
En palabras de ella, el dolor es como si le chuzaran el pecho, como si le dieran “puñaladas”.
Recordó que la enfermedad inició a manifestarse con un puntito rojo, parecido a la picadura de un zancudo, en la parte de arriba del seno izquierdo, cerca a la aureola.
“Ella me mostró el seno y la llevé a la EPS que tenía, en ese momento Medimás. El médico que la revisó aseguró que tenía mastitis y le ordenó un antibiótico para la infección. Yo decía, pero ¿Por qué mastitis si ella no tiene niños pequeños?”, dijo Elizabeth Moreno, hija de la señora Ana y quien ha ido de oficina en oficina, de consultorio en consultorio y ha puesto quejas ante la Superintendencia de Salud.
Pasaron tres meses y como la zona roja cada día era más grande, Elizabeth pidió ayuda, plata prestada, tocó puertas, y llevó a su progenitora a la Liga Contra El Cáncer. Allí, en poco tiempo, le diagnosticaron carcinoma ductal infiltrante, el tipo más común de cáncer de seno.
Como no tienen recursos económicos para pagar de manera particular el tratamiento, les tocó volver a la EPS.
“Como por estar afiliada a Medimás, no la querían atender en ninguna institución, la pasamos para la Nueva EPS, pero no nos fue bien. El tumor creció hasta 15 centímetros por 15 centímetros. Las quimioterapias debían practicarse cada 20 días, pero por la demora en la entrega de los medicamentos se las hacían cada dos meses y medio. Aún así el tumor casi que desaparece, pero volvió a crecer”, indicó la pariente de la mujer.
Cirugía cancelada
Después de mucho luchar, la mastectomía fue autorizada para la Clínica Tolima, pero un día antes de la intervención, en julio de este año, les informaron que se cancelaba porque la Clínica no contaba con un cirujano estético y reconstructivo. Días después, la remitieron a Clinaltec.
“¿Por qué la Clínica Tolima no nos informó con tiempo, mucho antes, que no podían operar? En Clinaltec la atención ha sido buena, no obstante, le ordenaron un ciclo de quimioterapias orales y muchos exámenes. Teniendo en cuenta los resultados, los especialistas determinarán qué hacer. Al parecer, el cáncer pasó al seno derecho. El tiempo es oro, pero lastimosamente muchas entidades juegan con la salud de los pacientes, a los funcionarios no les importa”, cuestionó la señora Elizabeth.
Sin medicamentos para curaciones
Los familiares de Ana Sofía deben llevar a la abuela cada dos días a Clinaltec para la curación, sin embargo, hace una semana no le hacen el procedimiento porque la Nueva EPS no autoriza los medicamentos para el procedimiento. “Según la Nueva EPS, debemos ir a la droguería a reclamar los medicamentos, pero el proceso no es así porque Clinaltec tiene los medicamentos, allá no reciben los medicamentos. Ellos reciben la autorización”, indicaron.
Q’HUBO se comunicó con Nueva EPS y al cierre de esta edición gestionaban el trámite.
Mucho tiempo aguantando el dolor
Según la denuncia, hasta hace poco, cuando la remitieron a Clinaltec, fue que los médicos le ordenaron medicamentos para el dolor. Antes, durante dos años, la paciente tuvo que soportar los dolores y molestias.
$40 mil cada dos días
Cada dos días, la familia debe llevar a la paciente a Clinaltec y el transporte diario cuesta unos 40 mil pesos. Una opción es comprar los medicamentos y elementos, que cuestan aproximadamente 150 mil pesos, para practicarle la curación en la casa, pero el bolsillo tampoco les da.
LA CIFRA
70años es la edad de doña Ana Sofía. Del dolor, casi ni puede caminar.