Julián Torres
En nuestro cumpleaños número 13, hemos hecho un recuento de 13 desafíos que afronta Ibagué y que aún están pendientes de encontrar una solución. En esta fecha especial para nosotros, deseamos que un día no muy lejano podamos informar a ustedes cómo nuestra ciudad supera cada uno de estos obstáculos.
Culminación del acueducto complementario
Una novela de más de 20 años
Desde la década de los 90 se planteó la necesidad de un sistema de acueducto complementario para Ibagué, debido a los constantes cortes del servicio de agua potable y a la falta de este en algunas comunidades. Los estudios iniciaron en 1994; y en 1997 se iniciaron las obras de la bocatoma y los desarenadores. Pero estas quedaron inconclusas y sólo se reanudaron 10 años después, durante la segunda administración de Rubén Darío Rodríguez, siendo concluidas en 2009. El proceso para la licitación de la fase uno del Acueducto Complementario inició en 2009, por valor de tres mil 970 millones de pesos, pero debió ser reformulado en 2011, debido a un incremento de más de $10 mil millones por actualización de diseños. Han pasado los años y a pesar de las firmas de contratos para las dos fases de la obra; las prórrogas siguen mandando la parada. Se espera que la segunda etapa de la fase dos sea entregada en el primer semestre de 2021.
Renovación urbana en el Centro
Que pase del dicho al hecho
Los proyectos para la renovación del centro de Ibagué no han pasado del papel, debido a que para su ejecución son necesarios presupuestos astronómicos. Hace unos años, el muy sonado proyecto para cambiarle la cara a la calle 19 se quedó en veremos, ya que para su puesta en marcha, el presupuesto alcanzaba los 365 mil millones.
Recientemente, el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, anunció la peatonalización de la carrera Tercera, entre calles 15 y 19. Se hace necesario plantearse de qué manera este tipo de renovaciones pueden alterar la movilidad en el sector. Asimismo, es fundamental revisar temas arquitectónicos y plantear renovaciones en zonas deprimidas.
Desarrollo de vías terciarias (rurales)
Inviernos que incomunican
Ibagué cuenta con 555 kilómetros de vías terciarias, que conectan al área urbana con diferentes zonas rurales del Municipio. Estas carreteras destapadas son el modo de acceso a muchas veredas, por donde se transportan a diario los campesinos para vender sus productos y realizar sus diligencias. Sin embargo, las temporadas invernales hacen estragos en este tipo de vías, convirtiéndolas en lodazales o en zonas de alto riesgo, ante la posibilidad de derrumbes.
Sectores como Coello Cocora, Dantas, Tapias, El Retiro, Santa Teresa y China Alta, constantemente se ven afectados por el pésimo estado de las vías, impide el paso de vehículos y transeúntes, dejándolos incomunicados e impidiendo la circulación de productos y el intercambio comercial. Además se pone en peligro la integridad de quienes se arriesgan a desafiar las crecientes y los derrumbes que impiden el paso. La maquinaria de remoción con la que cuenta el Municipio es insuficiente y muchos de los vehículos ya están obsoletos.
Políticas de reactivación del empleo
Un tema históricamente sensible
En 2020, Ibagué recuperó momentáneamente el deshonroso primer lugar que sostuvo por años como la ciudad con la tasa de desempleo más alta del país. Esto se debió a la pandemia del Covid-19, y a que la cifra de recuperación de puestos de trabajo al flexibilizarse la cuarentena, no fue tan alta como se esperaba. Para finales de octubre, el porcentaje de desocupación en la Musical se ubicó en 23,1%.
Durante la pandemia, los sectores más perjudicados por pérdida de puestos de trabajo fueron el comercio, la reparación de vehículos, actividades artísticas y recreativas, la industria manufacturera, alojamiento y servicios de comidas. La informalidad en Ibagué también es un tema preocupante y aunque la cifra de desocupados viene bajando gradualmente, esto se debe en gran medida a la reapertura de establecimientos comerciales, pero no a la creación de nuevos puestos de trabajo.
Inversión en vías y Sistema Estratégico de Transporte (Setp)
Para circular mejor
En los últimos 20 años el parque automotor de Ibagué aumentó en más de 170 mil vehículos, pero la infraestructura vial no ha crecido ni se ha readecuado al incremento de automóviles. La congestión vial es una constante que deben padecer a diario propietarios de carros particulares, usuarios de transporte público y transportadores. En pocas palabras, la Ciudad ya no da abasto.
Recientemente se culminó el borrador del documento Conpes para la ejecución del Sistema de Transporte Estratégico (Setp) y este fue emitido al Departamento Nacional de Planeación, buscando la aprobación de vigencias futuras, para garantizar la viabilidad financiera.
Sin embargo, aún no es claro si el inicio de las obras se hará efectivo en el 2021. Al parecer, tampoco se incluirá el Sistema de Transporte Masivo (Stmi) en el proyecto, pese a las peticiones de los Gremios Económicos. Lo cierto es que Ibagué necesita más vías, mejores andenes y zonas peatonales, readecuar la semaforización, incentivar el uso del transporte público y sistemas de transporte menos contaminantes.
Intervención en las vías de los barrios
Un problema de siempre
Casi a diario, la redacción de Q’Hubo registra quejas por el mal estado de las calles en muchos barrios de la ciudad. Los huecos que dificultan el paso de vehículos, deterioro de la cinta asfáltica y sectores que nunca han sido pavimentadas sus vías de acceso son el pan diario de muchos ibaguereños que encuentran dificultad para conseguir transporte o simplemente para circular por sus vecindarios.
Durante la Administración de Guillermo Alfonso Jaramillo varios sectores de la Ciudad pudieron ver por fin pavimentadas sus vías; y en 2020, bajo el Gobierno de Andrés Fabián Hurtado, se han recuperado más de 50 mil metros cuadrados de malla vial. Pero aún se hacen necesarios más esfuerzos en la materia, para cambiarle la cara a muchos barrios y mejorar la accesibilidad y la movilidad.
Fortalecer el acceso a la educación pública
Por un mejor futuro
Cerca del 75% de los estudiantes matriculados en instituciones educativas en Ibagué, asisten a enseñanza pública. La cobertura se ha mantenido relativamente estable en los últimos años, con una tendencia hacia la reducción de inscritos a medida que avanza el nivel educativo, llegando apenas a un 40% de estudiantes activos en el nivel universitario.
El principal problema radica en la retención de estudiantes en los diferentes niveles educativos. Se estima que de cada 100 estudiantes matriculados, en promedio 10 reprueban o abandonan el estudio. Así mismo, se requiere de inversión presupuestal para infraestructura en colegios oficiales, especialmente en zonas rurales; y en fomento de acceso a la educación superior. Por último, es necesario vincular la formación con los sectores productivos, dada la elevada tasa de desempleo juvenil, que en 2020 se ha ubicado alrededor del 39%.
Intervención y readecuación de la red de alcantarillado
Un tema de modernización
Son constantes las quejas y denuncias de habitantes de diferentes sectores, respecto al mal estado de las redes de alcantarillado y los problemas que esto acarrea: deterioro de las calles, vertimiento de aguas negras, proliferación de zancudos y ratas, malos olores; y el riesgo para las comunidades de contraer enfermedades. En diferentes barrios de Ibagué, las tuberías de drenaje ya han cumplido su ciclo y urge una renovación.
En la actualidad, en el marco de ejecución del proyecto de Acueducto Complementario, el Ibal cuenta con un contrato para realizar una macromedición de la red de alcantarillado, pero es prioridad reemplazar las redes viejas de vertederos de aguas negras, con el fin de mejorar la calidad del servicio.
Impulsar sector agroindustrial
Un sector clave para el desarrollo
La ubicación estratégica, el clima y la riqueza natural hacen de la Musical un lugar ideal para la producción agrícola. El café cultivado en la vereda China Alta ya ha sido exportado a Europa, y productos como la panela y el arroz siguen ocupando un renglón importante de la economía, así como la industria de fruta procesada que ha descubierto en la Ciudad un espacio idóneo.
Como epicentro del desarrollo agroindustrial del Departamento, Ibagué tiene el potencial de ser el motor de desarrollo económico a partir de los productos del campo. Se trata de un sector clave al cual se debe seguir incentivando y mejorando las condiciones de los productores y potenciales exportadores.
Lucha para erradicar la extrema pobreza
Oportunidades y calidad de vida para todos
En 2019, cerca del 30% de los ibaguereños, cerca de 168 mil personas, estaban en situación de pobreza monetaria. Con este índice, la Musical ocupó el sexto lugar a nivel nacional entre las ciudades capitales, situación que no mejoró en 2020, gracias al crecimiento del desempleo por la pandemia del Covid-19, que según proyecciones del Dane habría llevado a cerca de seis millones de colombianos a la pobreza.
La informalidad, el desempleo juvenil y la falta de acceso a la educación superior son temas que Ibagué deberá resolver, para que sus habitantes tengan un nivel de vida digno, mayores oportunidades laborales y la posibilidad de una jubilación. En ese sentido, son claves proyectos de generación de empleo, apoyo a sectores productivos, incluido el turismo y Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet).
Reducción de índices de inseguridad
Pese a que Ibagué no ha reportado índices de inseguridad comparables a otras capitales del país, los reportes de hurtos, riñas callejeras, robos a vehículos y comercio, lesiones personales y homicidios no son situaciones excepcionales. Problemas como el desempleo, el microtráfico de estupefacientes o la falta de iluminación adecuada en distintos sectores de la Ciudad favorecen situaciones de riesgo para la integridad de los ibaguereños.
La Policía Metropolitana de Ibagué ha reiterado que está a disposición de la ciudadanía la línea 123, así como la modalidad por cuadrantes. Pero aún hay zonas por las que es riesgoso transitar a ciertas horas, o circular sin compañía. En ese sentido es clave mejorar la seguridad en zonas neurálgicas de la Ciudad, donde hay presencia delincuencial.
Mejorar el acceso a la salud pública
Ibaguereños más sanos
Aunque el Covid-19 se llevó el protagonismo en el último año, una pandemia que siempre ha aquejado a los ibaguereños es el índice de intentos y consumación de suicidios. Mejorar la cobertura y la atención en salud mental es algo inaplazable. Asimismo, es necesario un aumento en la calidad de la atención de las Entidades Prestadoras de Salud, cuyos usuarios constantemente se quejan por las demoras en programación de citas y entrega de medicamentos.
Compromiso con el cambio climático
Una Ibagué sostenible en el futuro
Durante la Administración de Guillermo Jaramillo, se planteó como eje fundamental de desarrollo el compromiso con el cambio climático. Ibagué es una de las ciudades con menos emisiones de partículas contaminantes, pero en cambio, el promedio de tratamiento de aguas residuales es bajo. Los programas cambios de mitigación y adaptación al cambio climático deben ser una prioridad en cada Gobierno Municipal.
Así mismo, es necesaria la preservación de zonas como el Cañón del Combeima y otras fuentes hídricas. Los POT deben considerar la protección ambiental como fundamental frente al crecimiento urbano. Y finalmente, la educación ciudadana frente al reciclaje y uso adecuado de residuos son temas clave de cara a un futuro sostenible.